EL humillado (extraido de "Los siete Locos"), por Roberto Arlt



A las ocho de la noche llegó a su casa.

-El comedor estaba iluminado... Pero expliquémonos -contaba más tarde Erdosain-, mi esposa y yo habíamos sufrido tanta miseria, que el llamado comedor consistía en cuarto vacío de muebles. La otra pieza hacía de dormitorio. Usted me dirá cómo siendo pobres
alquilábamos una casa, pero éste era un antojo de mi esposa, que recordando tiempos mejores, no se avenía a no «tener armado» su hogar.

La dama y el unicornio, por Julio Cortazar sobre una pintura de Rafael



Saint-Simon creyó ver en este retrato una confesión herética. El unicornio, el narval, la obscena perla del medallón que pretende ser una pera, y la mirada de Maddalena Strozzi fija terriblemente en un punto donde habría fustigamientos o posturas lascivas: Rafael Sanzio mintió aquí su más terrible verdad.