Estación de subte, de Alfredo Agustín De Cicco

Fue al descender. De golpe tu diseño
riguroso y azul. Mediterráneo.
Eras el mar. El salto simultáneo
de los ojos adentro del ensueño.

Breve el adiós, ceremonial, pequeño.
Y a correr, a volar al subterráneo
consumiendo tu gesto momentáneo,
respirando tu voz como en un sueño.

Telaraña de azúcar. Voladura
de fechas con fogatas. La ternura.
Aquel candor, gacela de tu acento.

De nuevo y ante mí como aquel día
cuando todo llegaba y se perdía
con la sonrisa y la corbata al viento.

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