La calle pasa con olor a desierto, entre un friso de negros sentados sobre el cordón de la vereda.
Frente al Palacio de la Gobernación:
¡Calor! ¡Calor!
Europeos que usan una escupidera en la cabeza.
Negros estilizados con ademanes de sultán.
El candombe les bate las ubres a las mujeres para que al pasar, el ministro les ordeñe una taza de chocolate.
¡Plantas callicidas! Negras vestidas de papagayo, con sus crías en
uno de los pliegues de la falda. Palmeras, que de noche se estiran para
sacarle a las estrellas el polvo que se les ha entrado en la pupila.
¡Habrá cohetes! ¡Cañonazos! Un nuevo impuesto a los nativos. Discursos en cuatro mil lenguas oscuras.
Y de noche:
¡ILUMINACIÓN!
a cargo de las
constelaciones.
1 comentario:
Soy Gastón Lazzaro: Me gusto porque utiliza imágenes que siempre hacen referencia a la vida en un país desierto, en Dakar como dice el titulo. Cuando nombra "una escupidera en la cabeza" sabemos que hace referencia a los turbantes que las personas árabes utiliza como algo tradicional.
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