Poema de asombros, ved, cielo que cruzan
Relámpagos, donde el alma potente
De Homero vive, y vive eternizado
Con espanto el poder de los argivos.
Arde Troya... En ruinas pasa atado
El héroe al carro del rival, y, ardiente,
Bate el sol sobre un mar ilimitado
De capacetes y sangre caliente.
Pero más que las armas, la batalla,
Los incendios, brilla el amor que atiza
El odio y entre pueblos la discordia:
—Ese amor que ya activa, ya serena
La lid, y heroico a Paris encadena
A los redondos senos de Helena.
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