Hola queridos alumnos, espero que se encuentren bien, los recibo nuevamente en esta clase virtual que les dejo por adelantado. Estoy tratando de dejar todo lo más acomodado posible antes de comenzar mi breve licencia por paternidad y poder así disfrutar, junto a mi compañera Ana, la llegada al mundo de Oliverio, nuestro primer hijo.
En la última clase habíamos avanzado con la lectura de Carmilla, lectura que no abandonaremos pero que en las siguientes clases dejaremos detenida para poder seguir abordando el fenómeno de la literatura fantástica desde diversos enfoques. Lo que sí le voy a ir pidiendo a esta clase es que complenten su lectura. Terminen de leer Carmilla por cuenta propia, así podremos más adelante detenernos en algunos momentos y seguir nuestro trabajo.
Para la clase de hoy vamos a retomar el estudio conceptual del cuento fantástico y para esto nos resulta muy útil recorrer los textos de los especialistas, qué sería el cuento fantástico, cuándo surge, cuál es su relación con la literatura gótica que le precede. En el foco hoy pondremos el trabajo de Italo Calvino, pensador y escritor de la escuela italiana que en algún momento de su vida, igual que Borges, igual que Cortázar y otros tantos grandes autores de las letras universales, se dedicó a hacer su propia exploración acerca del género fantástico y lo condensó en su tan aclamada antología donde también publicó este trabajo que comentaremos en esta clase.
El cuento fantástico es uno de los productos más característicos de la narrativa del siglo XIX, decía Italo Calvino en el prólogo que había escrito en su propia antología, una antología de relato que recomiendo a esta clase y que además la considero una gran puerta de entrada a este modelo de la literatura. Se llama Cuentos fantásticos del siglo XIX, creo que los cuentos venían organizados en dos categorías:
Lo fantástico cotidiano y lo fantástico visionario.
Alí podrán encontrar relatos bien ilustrativo de esta categoría de cuentos que estamos estudiando, relatos como La Muerta Enamorada de Teofilo Gautier, El diablo de la botella de Stevenson, La noche de Maupassant, solo por nombrar a algunos. La antología es verdaderamente recomendable, si alguno de ustedes está interesado, me envía un mail y yo se la envío. De todos modos, en el blog tienen varios de estos relatos porque siempre consideramos a Calvino por su gran gusto, y por su obra, por supuesto. Calvino es un gran escritor que deberíamos leer si está a nuestro alcance. Recomiendo, por ejemplo, Las ciudades invisibles por su brevedad pero mucho más por su magia.
Volviendo a lo fantástico, hay una frase que siempre me quedó grabada en forma de pregunta y siempre intento darle nuevas respuestas. La frase era algo como
“Notamos que lo fantástico nos dice cosas que nos tocan de cerca, aunque estemos menos dispuestos que los lectores del siglo XIX a dejarnos sorprender por apariciones y fantasmagorías”.
Cómo se leerían estos textos góticos en la época de su contexto de producción, nuestra concepción de lo mágico, de lo sobrenatural es radicalmente diferente a la de los lectores de Poe, distinta a la de los lectores de Le Fanu, de Mauppasant.
La confrontación que hay en todo relato fantástico entre los mundos interior y exterior de sus personajes. Fijénse cómo es recurrente el uso de la primera persona para poder manifestar mejor esa interioridad sin la cual no sería posible construir el conglomerado tramático. Y que pasaría si esas interioridades proyectadas fueran meras alucinaciones de los protagonistas de estos relatos.
Tzvetan Todorov, en su Introduction a la literatura fantástica (1970), sostiene que lo que distingue a lo «fantástico» narrativo es precisamente la perplejidad frente a un hecho increíble, la indecisión entre una explicación racional y realista, y una aceptación de lo sobrenatural. El hecho increíble que narra el cuento fantástico debe dejar siempre, según Todorov, una posibilidad de explicación racional, a no ser que se trate de una alucinación o de un sueño. En cambio, lo «maravilloso», según Todorov se distingue de lo «fantástico» por presuponer la aceptación de lo inverosímil y de lo inexplicable, como en las fábulas o los cuentos de hadas en Las mil y una noches.
Hay una observación en el texto de Calvino que me gustaría destacar y es el hecho de que en la escuela de autores franceses, lo fantástico refiere casi siempre a elementos macabros, apariciones de ultratumba. Esta distinción me parece un camino como para seguir dialogando con lo que ya se venía diciendo, por eso les voy a pedir que lean prólogo completo de Calvino, piénsenlo con relación a todo lo que venimos trabajando en esta categoría y tomen notas de aquellas zonas del texto que les despierten curiosidad. Un texto se lee muchas veces, más leemos… más conocemos, más relacionamos y así vamos también creciendo en cuanto a nuestras capacidades de comprender lo que leemos.
Recibo consultas a mi correo gbelziti@hotmail.como
Tarea
A) Completar la lectura de Carmilla y elaborar una ficha o un cuadro organizativo que contemple la totalidad de la historia. Esto puede hacerse por capítulo o del modo que a ustedes les resulte más útil.
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