"El Conventillo de la Paloma" Alberto Vacarezza
Alberto Vacarezza (1886 - 1959).
Dramaturgo, letrista de tango y poeta argentino.Máximo exponente del sainete porteño.
Su
obra es muy prolífica en el arte del teatro, obras casi todas signadas
por el éxito. Su producción está compuesto por más de 120 sainetes,
donde se convierte en el más exitoso de este estilo, por ser el que
mejor plasma la vida en los conventillos (vivienda colectiva), donde
porteños, inmigrantes y provincianos se fusionaron y dieron como
resultante el carácter porteño, con influencia directa sobre el idioma y
nuestra música popular, el tango.Su obra representa describe los
tiempos en que las corrientes inmigratorias hacia la Argentina llevaban a
la mayoría de los recién llegados a vivir en hacinamiento.Fue autor de
numerosas letras de tango, zambas, estilos y ritmos afines.Fue
hombre de radio,y autor de cantidad de guiones para propuestas de
diverso tipo. Escribió poemas sencillos, que recitaba por la radio y que
fueron editados: "La Biblia gaucha", "Dijo Martín Fierro" y "Cantos de
la vida y de la tierra. Amigo y colaborador de Carlos Gardel. Presidente
de Argentores (Sociedad General de Autores) y de la Casa del Teatro.
Conventillo
(del diminutivo de convento) es la denominación de un tipo de vivienda
urbana del Río de la Plata, también conocida como inquilinato, donde
cada cuarto es alquilado por una familia o por un grupo de hombres
solos. En general, estaban estructurados en galerías alrededor de uno o
varios patios centrales y el techo de vigas de madera afirmadas con
piedras o ladrillos.Alrededor del patio central se levantaba una doble
fila de habitaciones en la planta baja y en un o dos pisos superiores.
En cada habitación, que carecía de ventanas vivía una familia. Los baños
eran escasos, como las canillas para proveerse de agua. Como el agua
potable provenía de pozos y no había cloacas, era bastante común que los
inquilinos se contagiaran diversas enfermedades.
En
Argentina y Uruguay fue el primer hogar de muchos inmigrantes recién
llegados al país. En él se mezclaba gente de todos los idiomas y
nacionalidades, principalmente españoles, italianos, judíos y árabes.
Fue caldo de cultivo para la cultura popular, expresada en el tango y
los sainetes, entre los que merecen destacarse las obras de Alberto
Vaccarezza: El conventillo de La Paloma (1918) -Tu cuna fue un
conventillo (1925)
Hoy,se
ha perdido el halo romántico de los viejos conventillos, pero persisten
las razones que motivaron su aparición. Su versión postmoderna la
constituyen las casas tomadas, donde viven familias enteras sin
electricidad ni servicios sanitarios.
El Conventillo de La Paloma
En
1886 se radica la fábrica denominada “La Nacional de Calzados” ubicada
en la calle Murillo, que aún hoy conserva su imponente fachada.Como la
cantidad de operarios de la fábrica era muy grande y el transporte era
caro para esa clase trabajadora, los dueños de la empresa concibieron
crear viviendas cercanas a la misma. A tal efecto el gerente de “La
Nacional”, Salvador Benedit, encargó la construcción de una casa para
vivienda de sus empleados y sus familias. Así nace el Conventillo de la
Paloma, que entonces se llamaba “El Nacional”. Con ingreso por la calle
Serrano al100 y también por Thames, a la misma altura, ya que la
construcción se extendía a los 100 metros de la manzana. La construcción
contaba con un patio lateral y 112 habitaciones con una cocina agregada
en su frente. Los cuartos estaban ubicados a lo largo de dos pasillos
angostos en la planta baja y una planta alta a la que se accedía por
escaleras. Tenía también un patio lateral, pero las condiciones
sanitarias y de hacinamiento eran graves.Se cambia el nombre “del
Nacional” por el de Conventillo de la Paloma, porque según se cuenta en
anecdotario del barrio de Villa Crespo, una inquilina muy bella y con un
vestido blanco descendía por las escaleras, significando para aquellos
operarios cansados del trabajo diario el mejor espectáculo para su
esparcimiento, llamándole la Paloma. Tal mujer y tal vestido hicieron
que el lugar se denominara El Conventillo de la Paloma para siempre.Este
personaje es el que rescata Don Alberto Vacarezza y recrea en su gran
sainete (teatro popular) estrenado en 1929. Todavía se levanta entre las
calles Serrano y Thames, en el barrio de Villa Crespo en la ciudad de
Buenos Aires.
Sainete: pieza teatral dramático jocosa de carácter popular.Grotesca.
Representación
de comienzos del siglo XX que muestra la vida de los inmigrantes en los
inquilinatos (conventillos), con pinceladas caricaturescas debidas a la
sorna con que los criollos solían ver a italianos, españoles, rusos o
árabes, llegados en oleadas desde los '80 del siglo XIX. Estos
personajes se hacinaban en cuartos baratos que generalmente compartían
un patio. Algunos de los autores de sainetes eran sin embargo hijos de
esos inmigrantes.
Características del grotesco
-La
búsqueda de comunicación por parte del sujeto y la contención familiar
no obtenida, que lleva al protagonista a la depresión y a lo patético.
-Animalización de los personajes.
-Máscara social.
-Profundización psicológica.
-El
tema básico es la ausencia de dinero y como consecuencia los fracasos,
el desamor, la disolución familiar, la corrupción, la humillación.
-Los personajes son inmigrantes, en su mayoría italianos.
-El
lenguaje reproduce el habla ítalo-criolla, mezclada con términos
vulgares y el lunfardo. Hay grotesco cuando hay insultos o expresiones
despectivas, sin que sean con acento extranjero, como recursos del
relato. Un ejemplo de esto son varios monólogos cómicos, muchos de ellos
interpretados por sus propios autores (Florencio Parravicini, Antonio
Gasalla, E. Pinti, etc.)
-Las historias se ubican en las piezas de conventillo, los suburbios de Buenos Aires y en la noche.
-La
escenografía es realista, denota la situación económica y las
actividades de la familia. El abigarramiento y la profusión de objetos
que pueblan las habitaciones evidencian el agobio que padece el
personaje; la oscuridad la asemeja a una cueva, correlato escenográfico
de la imposibilidad de salida para el protagonista.
-La mayoría de las obras se desarrollan en uno o dos actos.
-El objetivo es la crítica a la sociedad.
Obra dramática. "El Conventillo de la Paloma" Alberto Vacarezza
Es
el sainete que más trascendió.Su estreno fue 5 de abril de 1929, en
plena etapa de la recesión mundial y ha constituido una de las obras más
representativas de toda la historia del teatro nacional. Es imposible
estimar la cantidad de representaciones que ha tenido y sigue
teniendo.El texto que se representa es el original de 1929, con
excepción del prólogo, que fue escrito por Vacarezza en 1945 para su
reestreno en el Teatro Presidente Alvear.
De
1936 data una versión cinematográfica, dirigida por Leopoldo Torres
Ríos, y en 1982 se vio por televisión la versión ofrecida por el
conjunto del Teatro Nacional Cervantes, dirigida por Rodolfo Graziano.
En
el teatro Colón en el año 1953, se repone El conventillo de la Paloma.
En esa ocasión la coreografía estuvo dirigida por los hermanos Abalos, y
la orquesta típica de Aníbal Troilo se encargó de la parte musical. En
su anteúltima reposición, la del Teatro Cervantes, en el período
1980-1981, el número final que interpreta la actriz y cantante Herminia
Franco, y la participación del Trío Centenario, son los agregados que
introdujo esta versión.
Dotada de
una comicidad inigualable y resuelta en un pintoresco patio de
conventillo nos divierte y emociona con sus típicos personajes: El Tano,
El Gallego, El Turco y sus esposas, mezclados con los Criollos, Judíos y
otros personajes de kilates como “El Conejo”.
“Somos
hijos de los barcos” dijo alguien. Es posible. Lo que es seguro es que
en este Conventillo de la Paloma, podemos ver a nuestros antepasados
inmigrantes como en las mejores expresiones de este estilo.
Representativa
de su género, esta obra de Alberto Vacarezza nos muestra personajes
tipos de una época significativa de nuestra historia. En el espacio del
patio del conventillo se mezclan los argentinos y los extranjeros
llegados de distintas partes del mundo como resultado de las grandes
corrientes inmigratorias de fines del siglo XIX y principios del siglo
XX. Allí se encuentran el tano, el gallego, el turco y el porteño y
surge el conflicto por cuestión de polleras que Vacarezza expone con
gran frescura y claridad. Si bien lo cómico predomina, hay lugar también
para la reflexión y la exaltación de ese gran sentimiento movilizador
de la conciencia humana que es el amor.
Conocedor
de la situación, el autor recrea con gran maestría la lengua a la que
cada uno de los personajes le da su matiz especial. Y en ese cocoliche
se entienden y desentienden los personajes que, con su juego, van
desarrollando la caricatura de costumbres. Ése es el sainete criollo,
que heredero del español, se aporteña adoptando un lenguaje propio y
caracteres que lo hacen único.
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