Nazareth 1- Clase virtual 4


Hola primer año, espero que se encuentren bien, volvemos a encontrarnos en este espacio donde estudiamos lengua y literatura, para seguir trabajando, seguir recorriendo esta primera unidad que dedicaremos íntegramente al estudio de los mitos, y para esto, hemos comenzado en nuestras clases anteriores a conocer el mito de Orfeo y Eurídice, miramos el video, comentamos algunos aspectos inherentes a este mito. Hemos hablado de algunos de sus personajes, hablamos de Orfeo que era el híjo del dios Apolo y de la musa Calíope, hablamos de Eurídice que era una ninfa, un aulaníade del reino de tracia, es decir, una criatura del bosque. A las aulaníades se las vincula siempre con el culto al dios Pan, ese que muchas veces lo vemos representado con patas de cabra y aspecto de sátiro.

No es casual que Aristeo, el personaje que sin querer provoca la muerte de la ninfa sea un sátiro. Aristeo además es también al igual que Orfeo un hijo del dios Apolo.  


El mito de Orfeo y Eurídice ha sido uno de los más contados y recreados en la

cultura occidental. Las artes plásticas, la música, la literatura y el cine han recreado la historia del héroe tracio enamorado que desciende al mundo de los muertos en busca

de su mujer para luego, incumpliendo la condición de no volverse para mirarla que le había impuesto el soberano del inframundo, perderla.


Les propongo para esta clase una nueva lectura del mito, esta vez les traje un texto que tomé de un manual de primer año, me parece que será una buena experiencia ahora que ya conocemos bastante más sobre esta historia, volver a escucharla desde otra narración. Los mitos siempre se cuentan con pequeñas variantes, ninguna narración es exactamente igual a la otra, esto nos remite sobre todo a que originalmente se transmitían de manera oral y se los supone universales y remotos, no se puede determinar exactamente en qué momento de la humanidad se produce el hecho de la creación del mito, sabemos como hemos dicho en otras clases, que en diversas culturas y diversos lugares se han formulado estas narraciones y que a pesar de no existir posibilidad de contacto entre las culturas que producían estos relatos, había similitudes asombrosas, que, además como ya hemos dicho, siempre en consonancia con lo religioso, con lo divino.

Vayamos entonces a la lectura del mito, les pido que escuchen atentamente, que vayan tomando notas ya que al finalizar propondré una actividad.



Orfeo recibió de Apolo una lira tal que, cuando la tañía acompañándola del canto maravilloso que le enseñara su madre, la musa Calíope, acudían los pájaros, los peces, las aguas, los animales e incluso los árboles y las rocas, para recibir los sones celestiales.

La esposa de Orfeo era la encantadora náyade Eurídice, y entre ellos existía un entrañable amor. Pero su dicha fue muy breve porque apenas se habían extinguido las alegres canciones de

la boda, cuando una muerte prematura arrebató a la esposa. Mientras paseaba Eurídice por los campos en compañía de las ninfas, una víbora oculta en la hierba le mordió el talón y la joven

cayó moribunda en los brazos de sus aterrorizadas amigas.

Desde aquel momento resonaron en montes y valles los sollozos y las quejas de las ninfas, a los que les hacían coro los lamentos y cantos de Orfeo que expresaba su dolor en melancólicas tonadas. También lo acompañaban en su pena las aves, los ciervos y los corzos.


Pero ni sus súplicas ni sus lágrimas le devolvieron el perdido tesoro.

Entonces Orfeo tomó una insólita resolución: descendería al reino de las sombras para mover a la real pareja del Hades a que le devolviese a Eurídice.


Emprendió el descenso por las puertas del infierno; en torno a él flotaban las almas de los muertos, pero él siguió avanzando por entre los horrores del Orco hasta llegar al trono del pálido Hades y su severa esposa. Una vez allí Orfeo tomó la lira y comenzó a cantar, al dulcísimo son de sus cuerdas.


-¡Oh, soberanos del imperio de los infiernos, permitidme que os diga palabras de verdad y escuchad benévolos mis súplicas! No he llegado hasta aquí impulsado por la curiosidad ni para

encadenar al can de las tres cabezas; fue el amor de esposo el que me condujo hasta vosotros.


Envenenada por la ponzoña de una pérfida víbora cayó mi amada en la flor de su juventud; tan sólo unos breves días fue el orgullo y la alegría de mi morada. He tratado de soportar ese dolor inmenso; durante largo tiempo he luchado como un hombre. Pero el amor me destroza el corazón; yo no puedo vivir sin Eurídice. Por eso vine a rogaros, ¡oh, dioses temibles y sagrados de la

muerte! por estos lugares, por estos reinos vastos y silenciosos. Devolvedme a mi fiel esposa. Y si ello no es posible, entonces recibidme a mí también entre los muertos: ¡no quiero volverme sin ella!



Así cantó, rasgando las cuerdas con los dedos, y he aquí que las sombras lo escuchaban llorando y la sombría pareja soberana se sintió, por primera vez, movida por la piedad. Perséfone llamó a la sombra de Eurídice, que se acercó con paso inseguro. 


-¡Llévatela! -dijo la reina de los muertos-, pero recuerda una cosa: sólo te pertenecerá si no le diriges una sola mirada antes de que hayas franqueado la puerta del Hades; pero si la miras antes, la gracia te será retirada.


En silencio y con paso rápido remontaron ambos el tenebroso camino, envueltos en los terrores de la noche. Se había apoderado de Orfeo un ansia indecible; aguzaba el oído tratando

de percibir la respiración de su amada o el roce de su vestido; pero en torno a ella reinaba un silencio total, absoluto. Dominado por la angustia y el temor, perdió el dominio de sí mismo y se atrevió a dirigir una rápida mirada hacia atrás. Entonces vio a Eurídice, sus ojos fijos en él, con expresión de amor y tristeza infinitos, que se desvanecía en el espantoso abismo. Desesperado, Orfeo en vano le tendió los brazos. Por segunda vez Eurídice sufrió la muerte sin quejarse. Casi

había desaparecido ya de su vista cuando “¡Adiós!, ¡adiós!”, dijo su voz en un eco apenas perceptible Orfeo quedó como petrificado de pesar y terror, pero enseguida se precipitó en la tenebrosa sima; sin embargo, esta vez Caronte se negó a pasarle en su barca a la orilla opuesta de la Estigia. Siete días permaneció el enamorado en el borde de la laguna sin comer ni beber, derramando lágrimas e implorando compasión a los dioses subterráneos. Pero ellos fueron inexorables, no se dejaron ablandar por segunda vez y él debió regresar, desolado, a la Tierra. Se

dirigió a los solitarios bosques en los que vivió tres años, huyendo de la sociedad de los humanos, acompañado solamente de la adorable imagen de Eurídice.


Cuando murió Orfeo, acudieron las aves y, tristemente, se acercaron las rocas y los animales. También llegaron las ninfas de las fuentes y los árboles, envueltas en ropajes negros.

Llorando, le dieron sepultura, pero mientras lo hacían, la rápida corriente de un río arrebató su cabeza y su lira y las arrastró, por el mar, hasta las playas de la isla de Lesbos. Sus habitantes sepultaron la cabeza y colocaron la lira en un templo. Por eso, la isla de Lesbos dio nacimiento a

tantos magníficos poetas y cantores.

Pero el alma de Orfeo seguía vagando por el reino de las sombras donde al fin encontró a Eurídice, y desde entonces moran para toda la eternidad, estrechamente abrazados y felices.



Bueno, les leí otra versión, una versión que hasta tiene un final feliz y que cuidadosamente retira las partes suculentas del mito, si alguno quiere saber cómo realmente muere Orfeo o cómo se dice que murió pueden investigar, yo les recomiendo que busquen la pintura de John William Waterhouse, pintor inglés que trabajó gran parte de su obra inspirándose en mitos o en temas literarios.


TAREA: 


Como tarea les voy a dejar la confección de un texto, una o dos carillas está bien, la confección de una historia propia en donde se mencionen todas las siguientes palabras:



Orco: Infierno, lugar que habitan los espíritus de los muertos.

Can de tres cabezas: perro de tres cabezas llamado Cerbero que custodiaba la entrada al Infierno.

Sima: cavidad grande y muy profunda en la tierra.

Caronte: personaje mitológico griego, barquero de los Infiernos que cruzaba en su barca a los muertos.

Estigia: Laguna del infierno mitológico.

Lesbos: Isla griega ubicada en el mar Egeo cerca del litoral turco. 


No hay comentarios: