Bienvenido tercer año, hoy tenemos una nueva clase de literatura. Seguiremos explorando la unidad de literatura latinoamericana y seguiremos con la autora chilena Isabel Allende y su novela La casa de los espíritus. La clase anterior habíamos trabajado con uno de los personajes de esta novela, con esa niña clarividente llamada Clara y habíamos propuesto una actividad sencilla que consistía en escribir una carta desde la perspectiva de Clara y que en esta misma carta se respondieran algunas cuestiones, eran tres items que había que incluir, ¿recuerdan? Bueno, recibí algunos trabajos, algunos estaban muy bien, en otros hubo algún error al interpretar la consigna y respondieron como si se tratara de un cuestionario. Tenemos que trabajar también ese tema de la interpretación de la consigna, ustedes ya están en el último nivel de lengua de la escuela media, es preciso que entendamos bien las consignas y que preguntemos las veces que sea necesario si tenemos dudas o si no entendemos. Me pueden preguntar a mí en el transcurso de estas clases, se pueden preguntar entre ustedes. La comunicación cotidiana es también una práctica del lenguaje.
Volviendo al tema que nos concierne para hoy, les traje un nuevo fragmento de La casa de los espíritus. Les voy a leer esta selección y al final tendremos la propuesta de actividades.
Del cap IV "El tiempo de los espíritus"
"Clara repartía su tiempo entre el taller de costura, la pulpería y la escuela, donde hizo su cuartel general para aplicar remedios contra la sarna y parafina contra los piojos, desentrañar los misterios del silabario, enseñar a los niños a cantar tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera, a las mujeres a hervir la leche, curar la diarrea y blanquear la ropa. Al atardecer, antes que regresaran los hombres del campo, Férula reunía a las campesinas y a los niños para rezar el rosario. Acudían por simpatía, más que por fe, y daban a la solterona la oportunidad de recordar los buenos tiempos de sus conventillos. Clara esperaba que su cuñada terminara las místicas letanías de padrenuestros y avemarías y aprovechaba la reunión para repetir las consignas que había oído a su madre cuando se encadenaba en las rejas del Congreso en su presencia. Las mujeres la escuchaban risueñas y avergonzadas, por la misma razón por la cual rezaban con Férula: para no disgustar a la patrona. Pero aquellas frases inflamadas les parecían cuentos de locos. «Nunca se ha visto que un hombre no pueda golpear a su propia mujer, si no le pega es que no la quiere o que no es bien hombre; dónde se ha visto que lo que gana un hombre o lo que produce la tierra o ponen las gallinas, sea de los dos, si el que manda es él; dónde se ha visto que una mujer pueda hacer las mismas cosas que un hombre, si ella nació con marraqueta y sin cojones, pues doña Clarita», alegaban. Clara desesperaba. Ellas se codeaban y sonreían tímidas, con sus bocas desdentadas y sus ojos llenos de arrugas, curtidas por el sol y la mala vida, sabiendo de antemano que si tenían la peregrina idea de poner en práctica los consejos de la patrona, sus maridos les daban una zurra. Y merecida, por cierto, como la misma Férula sostenía".
Bueno, hasta aquí está muy bien, podemos detenernos, ya estamos en otro tiempo de la vida de Clara, ya tiene a Esteban como marido y a Férula como cuñada. Vieron como se narra desde la cotidianeidad del tiempo donde transcurre esta historia, a principios del siglo XX, en Chile.
Elegí el fragmento por la carga violenta que tiene hacia la mujer, hacia esas pobre campesinas que escuchan y complacen a la patrona, en el discurso del peón que afirma que un hombre para querer tiene que golpear sino no es hombre. Desde esta concepción narrativa el texto tiene una mirada intencional de denuncia. Es frecuente encontrar escenas semejantes en otras novelas latinoamericanas que buscan narrar lo cotidiano o plasmar un determinado momento histórico.
Tarea
1) Relacione el texto leído con alguna noticia de la actualidad o de algún artículo que le parezca pertinente.
2) Describa en fórmulas sintácticas las siguientes oraciones. Analice morfológicamente los verbos.
a) Clara repartía su tiempo entre el taller de costura, la pulpería y la escuela
b) Las mujeres la escuchaban risueñas y avergonzadas
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