La clase pasada habíamos recorrido alguna de las partes más crudas de Viaje Terrible, sobre todo el linchamiento y muerte de Luciano por parte de la tripulación sublevada, el mismo capítulo terminaba con el suicidio del capitán del barco, Henry Topman. Esta es la última clase que le dedicaremos a la nouvelle de Arlt, siempre recuerden que la lectura fragmentada que hacemos en este espacio no es una lectura total, por lo tanto, si no lo han hecho, les recomiendo que lean completamente este gran trabajo, que es realmente muy bueno. Cuando vuelvo a escuchar los videos que les preparo, voy notando algunas cuestiones que me gustaría mejorar, piensen que para mí todo esto es nuevo y a veces los profes nos encontramos con problemas de adaptación. He notado que algunas veces cuesta diferenciar el texto original de mis explicaciones, voy a tratar de ser más explícito para que puedan seguir mejor la clase.
Recordemos que Roberto Arlt escribe este relato un año antes de su muerte, Arlt muere en 1942. Para ese entonces, el nazismo amenazaba a Europa, las tropas del Tercer Reich habían invadido el territorio de la URSS y la Segunda Guerra Mundial continúa su marcha de horror y muerte. Son una serie de acontecimientos concretos y amenazantes, que provocan la sensación generalizada de una catástrofe inevitable. Esa atmósfera de desesperación y tragedia está reflejada en Un viaje terrible. Siempre decimos que hay que separar la obra del autor, pero también es evidente que nadie puede ser ajeno al momento que le toca vivir, por eso es tan importante eso que venimos repitiendo desde hace por lo menos tres años, nos es imprescindible estudiar el contexto de producción antes de estudiar cualquier obra de la literatura, porque la buena literatura siempre es hija de sus tiempos.
Comenzaremos leyendo una parte del capítulo IX:
"La disciplina de la tripulación se relajó por completo. El zapatero redimido del tirapié, el guardagujas, el despensero y el cocinero organizaron una francachela monstruosa en el departamento de máquinas. Los cánticos y sus voces subían desde las entrañas del buque, como un coro infernal del centro de la tierra. Cuando el primer maquinista quiso intervenir casi le rompen la cabeza con una pala carbonera.
No marchaban mejor las cosas en otros buques. El «María Eugenia», que traía una tercera clase abundante, fue teatro de diversos excesos. Un grupo de árabes se acuchilló con un grupo de judíos; el segundo maquinista de guardia tuvo que matar a balazos a un fogonero enloquecido de terror; el señor Ralp, un comerciante de la isla de Aoba, asesinó a su mujer y luego se arrojó a las aguas".
Aquí termina la cita. Fíjense que con unas pocas líneas Arlt nos da un panorama de todos los excesos que se van dando no solo en el Blue Star sino también en otros barcos aledaños que están siendo tragados por el remolino. En este sentido, el narrador procesa una información de carácter omnisciente, justificada, por supuesto, en que quien relata es un superviviente, toda estas cosas que sabe y que nos narra las pudo haber conocido luego de que todo terminara. Sigamos con el texto:
"¿Qué diré de nuestra gente? El conde de la Espina, harto de esperar a la muerte y más harto de leer versículos en la Biblia, atentó contra el pudor de la señora escocesa. La señora escocesa se defendió tan vigorosamente con un paraguas que el pobre conde salió de la reyerta con un ojo reventado. Miss Mariana, en cambio, atacada de una repentina sed de castidad suspendió su compromiso de amor con el radiotelegrafista. Arrodillada en compañía de miss Herder en un rincón del comedor oraba en voz alta, mientras que la señora de Rosemberg, el caballero peruano, su mujer y sus tres cuñadas, formaban un grupo que lanzando alaridos sincrónicamente se golpeaban el pecho como si suplicaran a los cielos que descargaran sobre ellos toda su cólera. Annie, insensible a todo consuelo, permanecía inmóvil en un rincón de su camarote, la vista fija en el vacío, teniendo asida una mano de su madre, que a cada cuarto de hora se incorporaba en la litera y aullaba:
—¡Dios mío, dime quién soy, Dios mío!".
Bueno, como verán, todo se volvió un absoluto desastre. Recuerdo la primera vez que leí esta nouvelle me impactó mucho el intento de violación, ella se defiende con un paraguas a tal punto que le revienta un ojo al agresor. Siempre me hizo ruido ese adjetivo, el "pobre" conde, da la horrible sensación de que el narrador personaje se solidariza con el agresor, también podemos ser magnánimos y pensar que cuando dice "pobre" se está refiriendo a la condición económica del conde a quien se lo presenta desde el comienzo como un cazafortunas. Fijénse porque se están consolidando, tal como se señala en los textos teóricos que acompañan nuestra lectura, dos grupos bien diferenciados. A este grupo podemos denominarlo como el grupo de los que tienen apellidos ingleses. Esta ambivalencia también es notoria, por ejemplo, en los dos nombres del barco, antes llamado Don Pedro II y ahora Blue Star. Al final de la cita la tenemos a Annie, la muchacha a la que se la presenta como "un ingeniero químico" de la que el protagonista está enamorado e incluso, en algún momento vimos, llega a planear una vida con ella en la remota Shangai, un delirio exquisito que bien podría haber sido narrado en Los siete locos o Los lanzallamas, dos de las cuatro grandes novelas que Arlt escribió, las otras, recordarmos, El juguete rabioso y El amor brujo. Annie es un personaje verdaderamente enigmático, quienes ya hayan podido leer Viaje terrible en su totalidad entenderán lo clave que es este personaje. Poco a poco se va consolidando lo que -desde ese gran ejemplo que es la segunda parte del Quijote- a algunos teóricos les gusta llamar un narrador infidente, ese narrador que además de saber más cosas de las que dice, "engaña" sutilmente al lector diciendo cosas muy relevantes pero de manera que pasen desapercibidas. La tenemos a Annie, inmóvil en su camarote, aferrada a la mano de su madre y con la vista perdida. La escena puede parecernos simplemente adecuada para el momento y para lo que se narra, en otras circustancias podríamos preguntarnos por la cordura de Annie, cordura que ya fue cuestionada en capítulos anteriores. Recordemos la confesión de aquel ginecólogo que en estado de ebriedad le confesaba al personaje central que la muchacha estaba loca, que el verdadero ingeniero era el hermano que había muerto, está en el capítulo III, cuando esta historia todavía parecía un policial, antes de tomar el viraje que señalamos en la clase anterior.
Los personajes increíbles siguen desfilando a lo largo de todo este anteúltimo capítulo, para resumirlos voy a valerme de la frase de un gran experto en Arlt que es Ricardo Piglia, lo qué él decía era que Arlt se había adelantado al tango Cambalache, mis alumnos más mayores seguramente lo conozcan y los otros podrían conocerlo porque el tango, aunque excesivamente machista, es parte de nuestra cultura, nos puede servir también para acceder a la cosmovisión que representa los primeros años del siglo XX en nuestro país. La literatura que estuvimos revisando en este último año de estudios se corresponde con este período de tiempo. Volvamos a Viaje terrible, me voy a posicionar en el último capítulo, el décimo para ya ir cerrando con el tema. Si alguno le falta leer algo, por favor que se detenga acá y lea, no acepto reclamos por spoilers y esas cosas que últimamente me dicen en las aulas. Aquí viene la cita:
"Del confín partían sordos silbos de sirena, el océano se poblaba de columnas de sonidos. ¡Salvos, salvos! Desde todas las direcciones del cielo aparecieron flotillas de hidroaviones. Yo me eché a llorar como una criatura al abrazarlo al contrabandista de alcaloides.
Esta vez una racha de locura cruzó la nave de un rincón a otro. Las mujeres se arrodillaban en cubierta, de diferentes ángulos salían hombres barbudos y ojerosos, la banda que escandalizaba desnuda en el fondo del compartimiento de máquinas tumbó la verja y en cueros como estaban se lanzaron danzando por todos los pasillos del buque, al tiempo que aullaban de alegría".
Finalmente son rescatados, parece la escena de una película. El drama se descompone cuando a modo de caballería llegan de todas partes los hidroaviones al rescate. Todo esto de algún modo lo sabemos desde el comienzo, ya que, como dijimos, toda la historia es narrada por un superviviente. Hay fiesta, beben, corren desnudos, en unas pocas líneas la tensión que ya había llegado a su momento máximo en el capítulo anterior decrece y solamente nos queda por resolver la línea que refiere al romance. Esto también se resuelve con mucha destreza y agilidad. Observen las siguientes líneas:
"De pronto me acordé de Annie. Corriendo me dirigí a su camarote. Continuaba allí, sentada a un costado de la litera de su madre. Una expresión extraña aperplejaba su rostro:
—Annie —le grité—. Annie, ¿no me entiendes?
Ella no me miró. Sonriendo con desvanecida sonrisa de criatura, decía:
—No quiero comer. Te digo que no quiero.
Entonces comprendí. Se había vuelto loca".
Bueno, ¿qué me dicen? ¿se había vuelto loca como dice el narrador? ¿estaba loca desde antes como decía el médico? Eso lo pueden saber si leen lo poquito que quedó de este gran relato. La clase finaliza, también finalizamos Arlt, espero que este breve y humilde recorrido que hemos hecho le haga justicia a este genial e incomparable autor que es Roberto Arlt, porque no se me ocurre otro de los nuestros que se le asemeje. Les dejo algunas actividades, recuerden lo que siempre decimos, las tareas son optativas en el sentido que solamente hay que hacer una para cumplir. Ustedes eligen la que más les interesa.
Tarea A:
Leé la siguiente afirmación y, teniendo en cuenta todo lo que viste y conocés del autor, explicá con tus palabras:
"No sé si (Roberto Arlt) copió, si inventó, si lo copiaron. Fue un fracaso como escritor y ahora lo tenemos que aceptar como el más escritor de todos. Escribía mal, porque decía lo que tenía que decir. Y esto enfermaba a los críticos, sirvientes de la literatura afrancesada". (R. Piglia)
Tarea B
Leé el siguiente artículo y elaborá un comentario:
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-2980-2006-04-08.html
Tarea C:
Leé la siguiente selección y, teniendo en cuenta todo lo que viste y conocés del autor, explicá con tus palabras:
"Roberto Godofredo Christophersen Arlt ya no es resistido por la crítica que solía encarnizarse con su sintaxis y la menesunda de palabras que arrojaba violentamente al puchero de su escritura. Actualmente es venerado y ocupa un buen lugar en el panteón de los héroes. Leerlo hoy nos hace pensar de qué manera habrán golpeado aquellos “cross a la mandíbula” que tiraba indiscriminadamente contra la sociedad de los veinte y los treinta, cuando muy pocos se animaban a traspasar los límites impuestos por una literatura contenida y formalista. La literatura de Arlt logró traspasar la antinomia de manual impuesta por las huestes de Florida y Boedo y se abocó a contar historias de gente real como si operase un sismógrafo de miedos, represiones y violencias larvadas".
(Revista Ñ)
Enlace del artículo completo: https://www.clarin.com/rn/literatura/resenas/belleza-fatal-Roberto-Arlt_0_SJDbcexswml.html
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